El tiempo se lleva todo lo mejor
La lluvia no cae tanto en esta ciudad
El dolor si es frecuente
asiduo como la muerte
Cae de improviso
Y lo ultimo que sabes es que un amargor
te asalta el paladar.
Hubieron muchas mujeres
en mi vida
mujeres que se fueron apagando
en la distancia
como la llama de una vela
que sin cera ya no pudo arder mas
y quedaron ocultas detrás de las pesadas cortinas
de la ausencia y de la soledad
y del acabose inexorable
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